lunes, 22 de febrero de 2010

La cinta blanca

Asistir al despliegue formal y estético de Haneke es un espectáculo cruel, despiadado y sádico aunque un tanto liberador. Lo que debería ser una fábula sobre la vida, se convierte en un relato de la maldad y la perversión. En esta ocasión, en un caso si cabe aún más puro, Hanke ha viajado al gérmen, al embrión, el núcleo; ha ido a buscar la razón última allí donde respira su primer aliento y ha contado, con su forma lenta, blanca, una historia terrible sobre la pérdida de la inocencia.
Pero Hanke no angustia por ser explícito, ni violento, ni agresivo, desespera porque te enfrenta, de un modo feroz y primitivo, con algo que está dentro de todos, anidado en lo más hondo de la conciencia, una voluntad de hacer el mal, tosca, inmaculada, más primaria que cualquier sentimiento noble.

Haneke estrella la verdad contra la cara, zarandeea, empuja y apalea, en definitiva maltrata y pone los pies en el núcleo de la tierra. "La cinta blanca" no sólo es una buena película; es un retrato extraordinario de la culpa.

viernes, 19 de febrero de 2010

El Halcón Maltés

Aunque parezca inimaginable, antes de "Loshombresquenoqueríanalasmujeresqueincendiabangasolinerasdeaire" ya existía, en su esencia más pura, la novela negra. Ay si Hammet levantase la cabeza y se diese contra el misterio desangelado de Larsson...


martes, 16 de febrero de 2010

Folla

Es curioso: hay personas que no saben que hay un tiempo y un espacio paralelo en el que la gente sonríe, folla, bebe vino y hasta duerme. Por supuesto, también está el nuestro, en el que se compite por ser cuidadosamente común y se emplea un especial esfuerzo en resguardarse de la lluvia.

viernes, 12 de febrero de 2010

Diabólicos

Me hubiese gustado decirte que tu pelo estaba perfecto ese día, cuando los árboles, diabólicos, se mecían al compás de un viento grave y lujurioso y tú, con las manos apretando furiosas el billete y alguna gente llorando de alegría al otro lado y el viento, el maldito viento, lento, colérico, y yo sin saber dónde poner los brazos, muerta de miedo por pensar en abrazarte hasta el delirio, hasta asfixiarte y más tarde, ese día o cualquier otro, peleando sola contra el jodido viento, los edificios son inútilmente grandes, como monstruos vigilantes, pérfidos, blancos, y entonces me da por pensar y pienso que la impotencia es, después de la esperanza, la peor compañera de regreso.

jueves, 4 de febrero de 2010

A serious man

No sé si a este director bicéfalo se le da mejor representar la desgracia humana o las mujeres con bigote.

miércoles, 3 de febrero de 2010

J.D. Salinger

"Don't ever tell anybody anything. If you do, you start missing everybody."
~J.D. Salinger, The Catcher in the Rye.