lunes, 19 de abril de 2010

domingo, 18 de abril de 2010

Ceniza

Creo que a los dos nos daba miedo quemarnos, estrecharnos demasiado fuerte o terminar por querer quedarnos así para siempre: follándonos despacio, como amenazados por sádicas ventiscas.

Aquella noche llovía y las calles, como selvas lejanas, respiraban vapor y ceniza.

lunes, 12 de abril de 2010

Lo inútil

Enamorarse es tan inútil como los manteles de tela o los tanatorios. También es inútil comer con las manos y, además de inútil, es engorroso, sucio y grosero. Son inútiles, claro, los chalecos y los guantes sin dedos, el tratar de no engañarse ante algunas particularmente nocivas situaciones y los cuchillos para el pescado. Pero lo cierto es que lo inútil se antoja en ocasiones exquisito y delicioso, casi tanto como enamorarse o la impetuosa alegría por seguir vivo que todo ser humano tiene al salir de un tanatorio.