
Como dije hace ya un tiempo, más exactamente cuando volaban las hojas, si, volaban, con propulsores o cohetes o paraguas desde tejados, como digo, dije ya hace un tiempo, me llamo Sara Paz y soy de Diciembre. Cuando era bebé, dicen, dormía y lloraba sin descanso, de ahí mi desarrollado diafragma y mis increíbles cualidades para el canto. Tenía por aquel entonces y tengo, dotes de yegua desbocada, digo bien a día de hoy y desbocada, no me importaría que muriesen todos los gatos del mundo. Tengo, sigo teniendo, tuBe casi desde siempre y tendré hasta que Turquía nos separe, una prolongación unos kilómetros al norte, una o las dos, como quiera entenderse, dije en su momento y reitero, somos jóvenes, apuestas y rebeldes, de las que queman sujetadores. Dije donde dije digo, dijo Diego:
- Eres borde para los nuevos, para los antiguos demasiado inconformista.
Estoy casada, felizmente, con un saltimbanqui que cumple sus promesas, eterna pobreza y sándwiches mixtos. Soy adicta al chocolate, y como dije, repito, me pone el sexo en lugares sagrados, a poder ser catedrales, donde me follaría a Tarantino, me casaría con Burton y hablaría con Allen sobre al luz de las vidrieras. Dice el refrán y decir refranes es decir verdades, De padres cantores hijos jilgueros para mi madre soy una punki, para mi padre una adorable jovencita, para la mayoría una cara de santa con alma de demonio. Me gusta viajar, como dije ya hace un tiempo, y como buena aventurera he conocido el paraíso, por ello puedo decir, que he estado de verdad en Babia. Mi madre, no hay más que una, tiene en sus manos el futuro, mi padre, bodeguero, hijo caballero, es jardinero de historias y mi sueño es fotografiar a los patos de Central Park cuando los estanques se congelan. En mis momentos de histeria, sólo me calma el amarillo, el resto del tiempo me gustan los Rocks de las cárceles, los pianillos de llamando a Londres y los fluorescentes-adolescentes espídicos que hablan de Mrs. Bum. Últimamente, y digo bien, últimamente, no me decido entre yogurt con pepinillos o salchichón con nocilla, hablo mucho, deprisa y no sé entonar las preguntas. Sonámbula me obsesiono con frutas, autopistas, enchufes y aeropuertos. Soy un es-can-da-lo, dilsexicca, y sé que tengo ángel de la guarda.
Ah! Sigo yendo de progre, pero al final soy una estrecha.