domingo, 27 de abril de 2008

Sally Hayes


Como dije hace ya un tiempo, más exactamente cuando volaban las hojas, si, volaban, con propulsores o cohetes o paraguas desde tejados, como digo, dije ya hace un tiempo, me llamo Sara Paz y soy de Diciembre. Cuando era bebé, dicen, dormía y lloraba sin descanso, de ahí mi desarrollado diafragma y mis increíbles cualidades para el canto. Tenía por aquel entonces y tengo, dotes de yegua desbocada, digo bien a día de hoy y desbocada, no me importaría que muriesen todos los gatos del mundo. Tengo, sigo teniendo, tuBe casi desde siempre y tendré hasta que Turquía nos separe, una prolongación unos kilómetros al norte, una o las dos, como quiera entenderse, dije en su momento y reitero, somos jóvenes, apuestas y rebeldes, de las que queman sujetadores. Dije donde dije digo, dijo Diego:

- Eres borde para los nuevos, para los antiguos demasiado inconformista.

Estoy casada, felizmente, con un saltimbanqui que cumple sus promesas, eterna pobreza y sándwiches mixtos. Soy adicta al chocolate, y como dije, repito, me pone el sexo en lugares sagrados, a poder ser catedrales, donde me follaría a Tarantino, me casaría con Burton y hablaría con Allen sobre al luz de las vidrieras. Dice el refrán y decir refranes es decir verdades, De padres cantores hijos jilgueros para mi madre soy una punki, para mi padre una adorable jovencita, para la mayoría una cara de santa con alma de demonio. Me gusta viajar, como dije ya hace un tiempo, y como buena aventurera he conocido el paraíso, por ello puedo decir, que he estado de verdad en Babia. Mi madre, no hay más que una, tiene en sus manos el futuro, mi padre, bodeguero, hijo caballero, es jardinero de historias y mi sueño es fotografiar a los patos de Central Park cuando los estanques se congelan. En mis momentos de histeria, sólo me calma el amarillo, el resto del tiempo me gustan los Rocks de las cárceles, los pianillos de llamando a Londres y los fluorescentes-adolescentes espídicos que hablan de Mrs. Bum. Últimamente, y digo bien, últimamente, no me decido entre yogurt con pepinillos o salchichón con nocilla, hablo mucho, deprisa y no sé entonar las preguntas. Sonámbula me obsesiono con frutas, autopistas, enchufes y aeropuertos. Soy un es-can-da-lo, dilsexicca, y sé que tengo ángel de la guarda.

Ah! Sigo yendo de progre, pero al final soy una estrecha.

7 comentarios:

Luis Tenenbaum dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Luis Tenenbaum dijo...

jo sara me encanta tu progresividad

Anónimo dijo...

de no ser por lo pelirroja pecao y los ojos azules fruto de algún gen desorientado, diría que eres griega por lo del yogur con pepinillos. pero después de los de salchichón con nocilla - fetiche que aún no conocía de ti, aunqeu me lo podía haber imaginado, como ahora mismo te puedo imaginar comiendo (que no cocinando) sopas de ajo con mermelada de frambuesa - doy por hecho que sólo puedes ser babiana castiza.

ala, ve a sumergirte en el mundo blogueril

Mameluco dijo...

Wellcome.
Solo por tener en su Blorogayos a Sociapatía y a Ana Arándanos me merece el mayor de los respetos...

Le seguiré la pista...
aunque esté felizmente casada con un saltinbanqui (gente que me desagrada hasta unos límites insospechados)
pero todos tenemos nuestros defectos. Yo vivo en un cubil de hienas. Y eso hace que mi vida social deje mucho que desear.

Nahuel y Otras dijo...

Tu marido, tu mayor defecto, te da la bienvenida y las gracias por la introducción del matiz: "felizmente", y algunos otros.

Anónimo dijo...

la nata con sardinas son una pura maravilla

se autorretrata usted muy bien, con rotuladores fosforescentes y boca-de-buzón...ya tenía yo ganas de verla por aquí

hombre ya

besetee

matt dijo...

sara, si se mueren todos los gatos del mundo, muero yo tambien.