sábado, 19 de junio de 2010

París, Texas


Lo maravilloso de esta fábula sobre el amor destructivo, el amargo, el paternal, sobre la angustia y la culpa, sobre el tiempo, es la sencillez de sus personajes y el seductor aire del desierto.

2 comentarios:

Miguel Paz dijo...

Creo que no se puede expresar mejor y con menos palabras...Tendré que volver a verla, después de tanto tiempo.

David Cotos dijo...

dicen que es buena. la voy a comprar. saludos.