Soñé con una montaña de cal que no acababa nunca. Luego llegabas y me acariciabas la cara, me frotabas las mejillas con las manos mojadas. Lo cierto es que me aterra esta intimidad vertiginosa, las horas que se obstinan en convertirse en recuerdos. Si algún día escriben sobre nosotros probablemnte no quede nada, quizás digan que eras un hombre de manías honorables y de mí, bueno, me llamarán fieradomésticaconlosnerviosdepunta. Te voy a imaginar febril y de cuclillas, abrazándome mientras aún era indefensa.
domingo, 29 de agosto de 2010
jueves, 26 de agosto de 2010
jueves, 5 de agosto de 2010
Amazona
Yo quería ser una amazona pero un señor de camisa tiesa me dijo que si había perdido el juicio, que me dedicase a un oficio más limpio; me dijo también que fuese práctica y pensase en lo imprevisto, que la multitud de carton piedra palpitaba ávida de sangre, las aguas estaban desde hace un tiempo dormidas y que eventualmente la libertad se convertía en vicio.
Ahora no sé si quiera que hacer con mi arco. Yo quería ser una amazona.
miércoles, 4 de agosto de 2010
Primavera Negra, H.Miller
Cada uno de sus libros es una amenaza. Una disección de la sien sin anestesia.
"Esto es mejor que leer a Virgilio"
martes, 3 de agosto de 2010
León
Me prometí volvería a ti cuando me sintiese inerte, cuando yaciese cansada de agetreo y asfalto. Volvería a tus avenidas morbosamente respetables si algún día mi aliento se volvía áspero y rígido, porque si pienso en tus calles te imagino viva, gritando que conservas tu historia, naranja y alcanforada como embreada de sol y de azúcar. Quédate así, no te perviertas. No dejes que mutilen las puertas de tus parques, defíendete de la desgana y la indolencia, consérvate. Que la mirada señorial de tus ventanas siga trepando pomposa por la niebla y que el futuro, esa amenaza extenuante, no arranque de cuajo tu candor de provincias.
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